domingo, 1 de enero de 2012

De golpe la soledad

(Compuesta en 2003)

Otra de mis canciones de la época de ese largo enamoramiento que me obsesionó a lo largo de siete años. La letra es como un reclamo al destino por lo que yo contemplaba como una injusticia y que suele pasarle a muchas personas, quienes se obstinan por estar con alguien aunque no exista reciprocidad de sentimientos; ese asegurar que la vida o el destino son tremendamente injustos, sobre todo cuando una relación se acaba y una de las dos partes permanece enamorada y no entiende que la otra ya no quiera estar a su lado. Sólo que mi patetismo por ese entonces llegaba a tales límites que lo podía sublimar con canciones como ésta ("yo ya llegué a la conclusión de que tú necesitas sufrir para crear", me dijo en alguna ocasión mi amiga Irma Larios). He ahí, pues, las razónes de este tema.
  La música es tranquila, con una transición que podría llamar dramática al llegar al coro, aunque la pieza está en tono de La mayor. Los acordes principales son semitonos basados en el bossa nova. Fue grabada en 2003, durante las sesiones en Regina, en el Centro histórico del Distrito Federal, con Juan Óscar Alcina en el bajo, Luis Sánchez en la batería y yo en voz y guitarras, incluido el solo de la parte final.
  Los Pechos Privilegiados tocamos "De golpe la soledad" en la celebración de los diez años de la revista La Mosca en la Pared, en el Hard Rock Café, en marzo de 2004. En esa ocasión contamos, además de los ya citados, con Leyla Rangel y Paula Watson en coros, Alejandro Otaola en efectos de guitarra y la maravillosa Magos Herrera con un portentoso solo de voz, como sólo ella sabe hacerlo. Tengo esa versión, pero la calidad de grabación es por desgracia bastante mala y desmerecería si la pusiera aquí. Por eso elegí este demo.
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DE GOLPE LA SOLEDAD

Fue la luz de tu sonrisa o quizá tu ingenuidad.
Tal vez fue tu piel tan suave o tu voz por el auricular,
tu voz por el auricular.
No sé cuál sería ese instante en el que todo mi ser
quedó enganchado para siempre
a tu rostro y a tus pies, a tu rostro y a tus pies.

Qué injusto parece todo.
¿A quién puedo reclamar?
Haber sido tan dichoso y de golpe la soledad.

Yo sé que nada es eterno, que todo tiene un final, 
pero mi historia contigo no se quiere disipar, no se quiere disipar.

Qué injusto parece todo.
¿A quién puedo reclamar?
Haber sido tan dichoso y de golpe la soledad.

Hoy te miro y eres otra, ya no eres mía, pero yo,
en el fondo de una alforja, guardo una estúpida ilusión,
guardo una estúpida ilusión.


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