domingo, 25 de diciembre de 2011

Boogie de la muralla

(Compuesta en 1994)

Descubrí a Canned Heat antes que a John Lee Hooker. De hecho, Canned Heat me llevó a John Lee Hooker. Recuerdo bien que por allá de 1968, en la radio mexicana pasaban un tema de la banda angelina a la que los locutores llamaban “El boogie refrito”. Aquel ritmo rápido y acompasado fue una revelación para mí. Igualmente recuerdo “On the Road Again”, del propio Canned Heat, en la voz del Búho Al Wilson, que era una especie de boogie más lento y con cierto mood hipnotizante.
  En 1994, decidí componer un boogie y el resultado fue este. Quise hacerlo de la manera más tradicional posible, la más ortodoxa, y como un homenaje a Canned Heat, esa gran banda hoy prácticamente olvidada, y a su “Refried Boogie” (cuando hoy día se escucha un boogie, la mayoría de la gente lo asocia más bien con ZZ Top, por su tema “La Grange”).
  Escribí el “Boogie de la muralla” en la época en que yo seguía más que clavado con “Ángela” y en la que aún pensaba que tarde o temprano ella sería mi chava. Para eso, estaba dispuesto a pelear por su amor con todas mis fuerzas (tal como lo plantea la letra). Ingenuo que es uno cuando está enamorado, obsesionado con una persona.
  La grabación es de 2008 y forma parte de las sesiones de Los Pechos Privilegiados en la escuela de música DIM, con José Luis Domínguez como ingeniero y la misma formación ya citada en anteriores canciones de esas sesiones, es decir: Leyla Rangel y Giuliana Vega en los coros, Demetrio García en la batería, Rafael Herrera en el bajo, Mauricio Mayén en la guitarra líder y yo en la voz principal y la guitarra de acompañamiento.
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Boogie de la muralla

El diablo no me hace caso y el cielo se nubló.
Mi vida se hace pedazos como en una explosión.
Soy un árbol sin follaje, un florero sin flor,
un peatón en el Viaducto, un pecado sin Dios.
He pasado por todo lo que tenía que pasar.
Un borracho he sido yo sin una copa tomar.
Cada vez que yo me acerco en busca de tu calor,
lo único que tú me brindas es un cruel desamor.

Pero no dudes, no lo dudes
No dudes que al final la muralla se va a derrumbar.

Tus cimientos son macizos y tus muros también.
Estás hecha de concreto y de cemento, mujer.
Tus paredes son tan lisas, no las puedo escalar.
Eres tan inaccesible que quisiera llorar.

Pero no dudes, no lo dudes
No dudes que al final la muralla se va a derrumbar.

Tomaré por asalto tus defensas armadas.
Golpearé sin piedad tus cadenas cerradas.
Romperé sin descanso tus vallas alambradas.
Nada me va a detener.
Más vale que lo sepas, más vale que lo sepas.


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